Esta tarde salí de mi casa y entraba en el callejón un tipo completamente "mamao" y disparado con la mano en la bragueta hacia la puerta.
Generalmente al verte se acojonan y se van, pero éste iba a lo que iba y no iba a parar... así que sólo acerté a decirle "te importaría no mear la puerta de mi casa". Su contestación, ya con la chorra en la mano "sí, claro..." y por poco consiguió hacer el giro hacia la otra esquina pero ya meando, como dirían los de muchachada..., Vaya chorrazo!!
Cómo me emociona la naturalidad!!
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