Contemplando la escena estaban una pareja de instituteros, un par de señoras mirando y pasando, y el kioskero pegado al teléfono.
Llamé inmediatamente a la Munipa (en estos casos parece que nadie lleve móvil) y me dijeron ke mandaban una patrulla y llamaban al 061.
Mientras, llegaron dos mozas más, que se activaron y decidimos moverlo del charcazo sobre el que estaba tirado el hombre (cómo roncaba!!). Lo arrastramos a fuera del charco, lo giramos y aún así no se despertó. Ellas se fueron a trabajar, yo me quedé allí sola con él, mientras los instituteros seguían mirando (agarrados, eso sí) y, por fin, el kioskero vino a revisar la obra.
Me llamaron del 061 y me dijeron que me pasaban a un médico, pero en lugar de eso ya me informaron de que directamente mandaban una ambulancia.
Enseguida llegó el coche de Munipas, vieron y dijeron: "es un indigente, ya viene la ambulancia". Me abrumaron con su conocimiento. Los dejé y me vine a trabajar.
Por el camino vine pensando:
- Cuando de verdad hace falta nadie usa su móvil.
- Tendemos a contemplar, mirar lo que pasa a nuestro alrededor como si viéramos la tele, como meros espectadores, ¿da igual lo que pase a nuestro alrededor?
- Las mujeres estamos educadas en el miedo... nos daba miedo acercarnos a aquel hombre que estaba tirado en el suelo (la genética tira mucho).
- Vivir al lado de la cocina económica hace que conozcas de vista a muchas personas que en algún momento verás tiradas en la calle. Ya es la segunda vez que tengo que ayudar a uno de estos "vecinos" porque se cae al suelo.
- Qué tranquilo parecía durmiendo mientras los demás nos movíamos a su alrededor esperando una ambulancia. ¿Será por ese momento de placidez que acaban así?
3 comentarios:
David checa esta pagina, se parece en algo?? jajajaja, mis saludos, adiós.
http://nortegrande.net/
No sé lo que quieres decir... pero vale!
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